Los vecinos de la Casa Orsola, un edificio modernista situado en el Eixample de Barcelona, siguen en pie de guerra contra Lioness Inversiones, la empresa propietaria de la finca desde el pasado noviembre y que, tras adquirirla, anunció su intención de no renovar ningún contrato de alquiler.
Tras varias acciones y protestas, los vecinos, organizados con el Sindicat de Llogateres (Sindicato de Inquilinos) y la Xarxa d'Habitatge de l'Eixample Esquerre, han llevado la lucha al pleno del distrito de este jueves para que apruebe una resolución en la que se exige a esta empresa la renovación de los contratos.
La finca, situada en el chaflán del 122 de la calle Consell de Cent y el 137 de Calabria, consta de 27 viviendas y cuatro locales. El Sindicat de Llogateres denuncia las prácticas especulativas de la empresa y señala que ya hay algunos pisos vacíos fruto de la no renovación de contratos y también que ya han visto un anuncio de alquiler temporal por 2.000 euros.
Algunos vecinos, como Elisenda y su marido, han optado por quedarse en el piso, en el que viven desde hace 32 años, pese a estar fuera de contrato desde el pasado 1 de abril. Esta vecina sigue, así, la estrategia 'Nos Quedamos', que consiste en no marcharse de la vivienda y seguir pagando el alquiler mientras se intenta negociar con la propiedad. Así lo está haciendo también la familia que tiene un pequeño comercio desde hace ocho años en uno de los locales.
Exigen negociar con la propiedad
Entre las diferentes acciones que han llevado a cabo los vecinos para exigir la renovación de sus contratos, el pasado miércoles 27 de abril, un centenar de inquilinos y activistas por la vivienda se plantaron en la sede de la empresa, a la que entraron pacíficamente con cánticos y pancartas de denuncia. Tras media hora de protesta, se produjo una interlocución entre los representantes sindicales de la Casa Orsola y la propiedad y, a las 19 horas, llegaron al acuerdo de reunirse al día siguiente.
Sin embargo, al llegar a la reunión el 28 de abril, el comité de inquilinos se encontró con un control y con la exigencia por parte de la propiedad de que hicieran entrega de sus documentos de identidad para fotocopiarlos y de sus teléfonos móviles. Ante la negativa de los representantes de la Casa Orsola, no hubo reunión.
Tras la reunión fallida, este jueves el pleno del distrito del Eixample vota una resolución en la que se exige a Lioness Inversiones que acepte una negociación con los vecinos de esta finca -que cuentan, además, con el apoyo de unas 50 entidades del barrio- y que renueve los contratos.
Por su parte, el Sindicat de Llogateres, con quienes están organizados estos vecinos, remarcan que "la inseguridad que sufren los vecinos de la Casa Orsola, como tantas otras, es debida a la falta de marcos legislativos que protejan a los inquilinos y aseguren alquileres asequibles y estables que les permitan tener un proyecto de vida sin miedo a ser expulsados de sus casas en cualquier momento".
En este sentido, la entidad exige que se restablezca la regulación de los alquileres, tumbada el pasado marzo por el Tribunal Constitucional y que impedía que los propietarios pudieran incrementar el precio del alquiler de los nuevos contratos en relación al anterior. Es decir, dejaba de 'ser rentable' no renovar un contrato porque a los nuevos inquilinos no se les podía exigir más dinero que a los anteriores. Además, denuncian también la falta de regulación sobre los contratos temporales.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios